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Prevención de riesgos: imprescindibles en una instalación fotovoltaica

Para comprender la importancia de la seguridad y prevención de riesgos en las instalaciones fotovoltaicas, dividiremos en tres fases cualquier proyecto de este tipo: una fase previa de ingeniería, una segunda durante la instalación y, por último, la fase de operación y mantenimiento de la planta. En cada una de esas fases debemos tener en cuenta distintos cuidados y aspectos para evitar futuros riegos y cumplir con la normativa vigente.

La primera fase es la de ingeniería. Aquí debemos tener siempre en cuenta el Código Técnico de la Edificación, que da cumplimiento a los requisitos básicos necesarios para edificar establecidos en la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación, con el fin de garantizar la seguridad de las personas, el bienestar de la sociedad, la sostenibilidad de la edificación y la protección del medio ambiente.

En base a estos requisitos, durante esta etapa es imprescindible haber realizado previamente una evaluación completa del proyecto para garantizar una instalación segura y duradera. En esta fase es donde, en caso de no existir la documentación necesaria sobre la cubierta afectada (sobre la que se va a realizar la instalación de los módulos), se deberá realizar un estudio de cargas sobre el estado actual de la estructura y su capacidad de carga. Con esta documentación dispondremos de un análisis completo de las cubiertas y otras estructuras que estarán sometidas a nuevas sobrecargas generadas por los paneles solares.

¿Qué medidas de seguridad hay que tomar en una instalación fotovoltaica sobre cubierta?

Para cualquier instalación fotovoltaica de autoconsumo industrial es fundamental usar las protecciones mínimas necesarias, que incluyen el uso de casco protector, guantes aislantes y calzado de seguridad con suelas de caucho. También se señalizará con carteles los diferentes riesgos que pueda haber en el área.

La prevención de riesgos laborales es un aspecto principal a tener en cuenta durante la construcción de cualquier instalación fotovoltaica para garantizar la salud de los trabajadores y mejorar el desarrollo de las actividades durante el montaje del sistema y su puesta en marcha.

Además, debemos diferenciar el momento en el que se encuentra la obra para identificar, así, distintos tipos de prevención que habrá que tener en cuenta.

Durante el montaje

Empezaremos hablando de la parte material, donde debemos tener cuidado a la hora de transportar, almacenar y montar cualquiera de los materiales que vayamos a usar no olvidándonos de:

  • Que el material esté en sus cajas originales.
  • Asegurar los embalajes para evitar golpes.
  • Apilar los paneles solares sin riesgo de roturas.
  • Almacenar en un lugar seguro y adecuado.
  • Realizar el montaje de forma ordenada

En cuanto a la seguridad personal, a la hora de evitar riesgos se deben tener en cuenta:

  • La realización de paradas regulares del personal debido a la exposición al sol para evitar mareos o fatiga.
  • El uso de herramientas aisladas.
  • Si se trabaja en altura se debe usar casco y calzado adecuado y en algunos casos cuerdas y arneses de sujeción para evitar caídas.

Durante la puesta en marcha:

Una vez la instalación fotovoltaica está en funcionamiento se pueden dar de nuevo situaciones de riesgo tanto material como personal.

En el caso de los riesgos materiales diferenciamos la parte eléctrica, donde pondremos en marcha medidas de protección contra daños o deterioros provocados por sobrecargas, cortocircuitos o sobretensiones. En la parte “no eléctrica” se analizarán los correctos anclajes y sujeciones de los paneles fotovoltaicos y nos aseguraremos de no caminar sobre ellos.

Algunas de las medidas a tener en cuenta para la seguridad personal serían: evitar el choque eléctrico por contacto directo e indirecto y asegurar que los lugares de riesgos como lucernarios, obstáculos o alturas estén debidamente señalizados.

Para prevenir el riesgo de quemaduras y descargas eléctricas hay que evitar tocar el módulo, ya que la superficie y el marco pueden estar calientes. Es por ello por lo que no se deben realizar trabajos sobre los paneles si están mojados y, del mismo modo, las herramientas deben estar secas. Hay que tener especial cuidado de no dejar caer ningún objeto sobre los módulos, ni exponerlo a cargas excesivas en su superficie.

Uno de los riesgos más habituales en las instalaciones fotovoltaicas es la caída a distinto nivel. Esto se debe a que nos encontramos en zonas elevadas que pueden resultar peligrosas por su altura y por la inclinación propia de las cubiertas. Por ejemplo, está prohibido subir cuando hay mucho viento o está lloviendo, ya que este es uno de los orígenes de accidentes más comunes.

Para evitar este riesgo de caída en altura se instalan protecciones para los trabajadores. Puede tratarse tanto de protecciones individuales (líneas de vida) como colectivas (barandillas, mallados sobre lucernarios…), todo ello debidamente certificado.

Es primordial recordar que, tanto la instalación como el posterior mantenimiento de una instalación fotovoltaica, independientemente del tipo que sea, deben ser realizados siempre por empresas acreditadas y técnicos especialistas siguiendo las medidas de seguridad básicas y evitando cualquier posible riesgo.